Brazo Gitano. Uno de los postres que no pueden faltar en cualquier recetario tradicional.
Los que tenemos ya una edad sabemos que el Brazo Gitano fue en su día uno de los postres que no podían faltar en cualquier celebración. Un postre sencillo y fácil de elaborar que admitía cualquier tipo de relleno como por ejemplo crema pastelera, nata montada, Nocilla, mermeladas, etc.
Recuerdo en casa que cuando mi madre preparaba un brazo de gitano para celebrar algún cumpleaños o fiesta de guardar, le cubría con abundante azúcar y ponía a calentar el gancho, con el que manejaba la cocina de leña (donde se había cocinado el bizcocho en cuestión), entre la madera que ardía en la misma, hasta que éste se ponía al rojo vivo. Le sacaba con sumo cuidado y decoraba el brazo de gitano arrimando el gancho sobre el azúcar hasta que esta se quemaba.
Ese olor a azúcar quemado y ese sabor tan especial que tenía el brazo de gitano creo que nunca se me irá de la cabeza…
Hoy en día en casa no tenemos cocina de leña (también conocida como cocina bilbaína), pero no por ello podemos dejar la ocasión de preparar, aunque sea a nuestra manera, un tradicional Brazo de Gitano relleno de nata montada con té matcha y frutos secos caramelizados.
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Brazo de Gitano relleno
Los que tenemos ya una edad sabemos que el Brazo Gitano fue en su día uno de los postres que no podían faltar en cualquier celebración. Un postre sencillo y fácil de elaborar que admitía cualquier tipo de relleno como por ejemplo crema pastelera, nata montada, Nocilla, mermeladas, etc.
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| Tiempo de preparación | 20 minutos |
| Tiempo de cocción | 12 minutos |
| Tiempo de reposo | 30 minutos |
Ingredientes
Ingredientes Brazo Gitano
Relleno y cobertura Brazo de gitano
Instrucciones
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Ponemos el horno a precalentar a 180º.
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Separamos en dos cuencos amplios las claras y las yemas de los huevos.
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Añadimos el azúcar en el cuenco donde tenemos las yemas y batimos con unas varillas hasta que queden espumosas. Incorporamos la harina y una pizca de sal y mezclamos suavemente.
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Montamos las claras a punto de nieve y mezclamos de poco en poco con la mezcla anterior, hasta obtener una masa homogénea.
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Ponemos encima de la bandeja del horno una hoja de papel sulfurizado, procurando que quede lo más ajustado posible a las pestañas de la bandeja.
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Extendemos la masa sobre la bandeja de horno, alisamos la superficie con una lengua pastelera e introducimos al horno durante 10-12 minutos, o hasta que veamos la superficie ligeramente dorada.
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Colocamos y un paño de cocina limpio sobre la encimera, lo suficientemente grande como para que cubra el bizcocho. Esparcimos un poco de azúcar sobre la superficie del paño y volcamos la plancha de bizcocho caliente sobre él.
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Retiramos el papel de hornear con horneamos, que habrá quedado en la parte superior y enrollamos el bizcocho (por el lado más largo).
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Mientras coje forma, vamos montando la nata, con la ayuda de una batidora de varillas.
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Cuando tengamos montada la nata, estiramos nuevamente el bizcocho, esparcimos abundante nata montada y enrollamos de nuevo.
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Cubrimos con el resto de nata montada y decoramos con los frutos secos caramelizados.
