Cargas de la vivienda: qué son y cómo conocerlas

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Cuáles son las cargas más frecuentes

En este artículo te explicaremos adónde debes acudir para comprobar si la vivienda que deseas incluye o no estos lastres. Pero, antes, es fundamental conocer las cargas de vivienda con las que puedes encontrarte.

La hipoteca

Es la madre de todas las cargas posibles. La más habitual y, por lo general, la más gravosa en términos económicos. No es infrecuente querer vender una casa antes de terminar de pagarla, ya sea por imposibilidad de hacerlo o porque se desea una vivienda distinta.

Cuando sucede, existen dos posibilidades:

  • Que el vendedor cancele la hipoteca al realizar la transacción.
  • O subrogar la hipoteca existente, cambiarla a nombre del nuevo comprador y aprovechar sus mejores condiciones frente a las del resto de las opciones actuales.

La decisión requiere, por tanto, estudio, cálculo y criterio para conocer cuál te conviene.

En todo caso, debes conocer qué deuda hipotecaria pesa sobre la casa y en qué condiciones está planteada. Y, por supuesto, descontar del precio solicitado este importe.

Arrendamientos

¿Tiene inquilinos alquilados el inmueble? La ley establece que es obligatorio mantenerlos hasta que expire el plazo fijado en el contrato. Si tu intención es irte a vivir allí o reformar la casa
de inmediato, no podrás hacerlo. Tendrás que esperar y, por supuesto, conocer la realidad antes de concretar la compra.

Embargos judiciales

Sucede cuando la vivienda se ha convertido en un bien embargado para garantizar el pago de una deuda. Ocurre, por ejemplo, en los concursos de acreedores. La solución es cancelar el embargo: si lo
hace el vendedor, adiós problema; si ha de hacerlo el comprador, tendrás que descontar ese importe del precio final de la compra.

Usufructo y servidumbre

Se producen cuando la propiedad de una vivienda y el derecho a disfrutarla recaen en personas diferentes. En estos casos, al comprar el inmueble no podrías emplearlo hasta la muerte del usufructuario. Es un
problema importante si no lo sabes.

Impuesto sobre Bienes Inmuebles

Conocido popularmente por sus siglas, el IBI se paga anualmente a principios de año, según cada ayuntamiento. Tanto el abono del año anterior como el del año de la venta corresponden al vendedor. Pero si
no lo hace, el nuevo comprador tiene que saldar esa deuda.

Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y plusvalía municipal

Si el inmueble fue vendido en los dos años anteriores y estos impuestos no han sido liquidados, constituyen una carga actual sobre el mismo. Y si compras el inmueble en esa situación, te tocará pagarlos.

Deudas comunidad de vecinos

Si el expropietario mantiene deudas con la comunidad de vecinos y vende la propiedad, estas derivan directamente al nuevo comprador. A efectos legales, esos costes corresponden a la vivienda, no al
dueño. Así que te tocará pagarlos si no los identificas antes.

Suministros domésticos

Ocurre algo similar con estos gastos impagados. Aunque técnicamente no son considerados cargas, en la práctica las facturas de consumos del hogar (luz, agua, gas…) pendientes son sorpresas desagradables
que el comprador puede encontrarse tras concretar una compra.