Estas Navidades preparar estos Roscos de Vino en Casa

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Roscos de Vino. Aprendí a hacer los Roscos de Vino en 2009, en un Curso de Repostería Navideña en la Escuela de Hostelería de Cádiz donde trabaja mi colega Juan Ramón del estupendo blog de recetas De la Vista al Paladar.

La receta de los roscos es prácticamente la misma que aprendí allí, aunque yo la he ido adaptando a mi gusto como hago casi siempre 😉

Estos roscos son super fáciles de hacer y super rápidos de preparar. Hoy mismo los he hecho para hacer una foto para esta receta y en poco más de media hora tenía una horneada de roscos listos para emborrizar en azúcar glas.

Espero que este año prepares la receta en casa, pero antes de meter las manos en la masa te aconsejo que te pases por el final de la receta para ver los consejos que te doy para que la receta te sala de 10 a la primera.

¿Te animas a preparar los roscos de vino estas Navidades? Pues ya sabes … a la cocina!!

INGREDIENTES para unos 16 roscos:

  • 200 gramos de harina de trigo
  • 100 gramos de harina de almendra
  • 75 gramos de azúcar
  • 75 gramos de manteca de cerdo
  • 75  gramos de vino dulce (ver nota)
  • 2 cucharadas pequeñas de canela molida (unos 10 gramos)
  • 2 cucharadas pequeñas de sésamo o ajonjolí tostado
  • 1 cucharada pequeña de anís verde o matalahúva (unos 3 gramos)
  • 2 clavos de olor
  • 75 gramos de azúcar glas (no lo añadas a la masa, es para emborrizar los roscos después de hornear)

RECETA de ROSCOS DE VINOS:

  1. Lo primero que haremos es comprobar si el sésamo está tostado o no. Si no lo sabes lee este artículo sobre el sésamo para salir de dudas. Si está tostado pasa al siguiente paso y si no lo está pon una sartén pequeña al fuego y echa el sésamo encima. Deja a fuego medio removiendo de vez en cuando hasta que coja algo de color. Solo queremos tostarlo un poco, si lo quemas queda muy amargo. Mejor quedarse corto que pasarse. Cuando tengas el sésamo tostado échalo en una cuenco grande (donde echaremos luego los demás ingredientes).
  2. Echa la manteca de cerdo en una sartén pequeña, puedes usar la misma sartén donde has tostado el sésamo (si lo hiciste). Pon al fuego para que se derrita. Cuando esté derretida añade el anís verde o matalahúva (es lo mismo) y deja que se fría un poco. Ojo con quemar la matalahúva. Mejor dejar que chisporrotee unos segundos y luego aparta del fuego.
  3. Todo lo demás viene de seguido y es super fácil. Echa la harina tamizada en el cuenco donde está el sésamo. Añade también la harina de almendras, el azúcar (la normal, el azúcar glas lo reservas para luego), la canela molida y los dos clavos de olor bien molidos. Mezcla los ingredientes secos.
  4. Cuando esté todo bien mezclado añade por encima el vino dulce y el aceite con la matalahúva.
  5. Mezcla todo, a mi me gusta usar una espátula de panadero, y cuando se forme una bola sigue mezclando con la mano.
  6. Cuando esté todo bien integrado saca del cuenco y pon la masa sobre un papel de hornear.
  7. Puedes ir calentando el horno a 200ºC con calor arriba y abajo y sin ventilador. Si no puedes desconectar el ventilador mejor ponlo a 180ºC.
  8. Mientras se calienta el horno coge un rodillo, o una botella como hacía las abuelas toda la vida, y estira la masa hasta que tenga la altura de 1 centímetro. Es importante que todos tenga la misma altura para que se horneen por igual. En esta masa de galletas puedes ver un par de formas para conseguir que la masa te quede con una altura uniforme.
  9. Cuando tengas la masas estirada corta con un cortador circular de unos 6 centímetros de diámetro. Si no tienes puedes usar un aro de emplatar o un vaso de ese diámetro.
  10. Después de cortarlos todos usa un descorazonador de manzanas para hacer un cirulo más pequeño en el centro de cada rosco.
  11. Pasa los roscos a una bandeja de horno con papel de hornear.
  12. Mezcla toda la masa sobrante, vuelve a estirar y cortar. Repite el proceso hasta que se acabe la masa.
  13. Mete la bandeja a una altura media en el horno caliente a 200ºC. Deja entre 10 y 14 minutos (dependerá de la potencia real de tu horno) hasta que los roscos estén ligeramente horneados por encima.
  14. Cuando los roscos estén listos saca del horno y deja que se enfríen lo justo para poder cogerlos sin quemarte.
  15. Pon en un cuenco el azúcar glas y ve emborrizando (rebozando en azúcar) los roscos aún calientes. Aprieta para que se pegue bien el azúcar glas pero con cuidado de que no se rompan. Pon los roscos rebozados sobre una rejilla para que se enfríen.
  16. Cuando hayan pasado todos por el azúcar vuelve a empezar y pásalos otra vez.
  17. Una vez frío los roscos puedes espolvorear un poco más de azúcar glas por encima con un colador y eso es todo. Fuera de la cocina y a comer!!

NOTAS:

  • Elige el vino dulce que prefieras. Yo usé moscatel chiclanero pero puedes usar un vino dulce malagueño o un Pedro Ximénez.

Con las cantidades de la receta te salen unos 16 roscos de unos 35 gramos cada uno (estirando la masa con una altura de 1 centímetro y usando un cortador de 6 centímetros de diámetro). Como se hacen tan rápidos a mi no me importa preparar una hornada tan pequeña, así no nos los comemos todos de golpe. Pero si tu quieres preparar más cantidad para casa solo tienes que multiplicar directamente los ingredientes. Eso sí, la primera vez que hagas la receta te aconsejo hornear solo unos cuantos roscos (5 o 6) para ver qué tiempo necesita tu horno para que salgan en su punto. Así en la siguiente tanda puedes ajustar mejor el tiempo de horneado y conseguir unos roscos de vino perfectos!!

Como la cantidad de clavo es muy pequeña a veces no es fácil molerlos bien ya que no se puede hacer en una trituradora y si usas un mortero queda la mitad del clavo pegado en las paredes.

Yo lo que hago para aprovechar bien los clavos de olor es ponerlos en el mortero con una pizca de azúcar. Así al machacarlos, los cristales del azúcar, ayudan a pulverizar mejor el clavo, queda super fino y luego es más fácil despegarlo del mortero. De todas formas si tienes el clavo ya molido añade la punta de un cuchillo y listo. Pero ojo con no pasarse con la cantidad si lo echas ya molido porque los clavos de olor son muy intensos y pueden tapar los demás sabores de la masa.

¿Puedo preparar los Roscos de Vino con Aceite de Oliva?

Por supuesto que sí. Yo siempre los he preparado con aceite de oliva y quedan riquísimos. Lo que pasa es que me gusta más usar la manteca de cerdo porque cuando se enfrían los roscos toman más cuerpo y me gusta más la textura final. Pero si prefieres usar aceite de oliva puedes hacerlo sin problema. Solo tienes que tener en cuenta un par de cosas.

Lo primero es que el aceite crudo da un sabor demasiado intenso y es mejor freírlo un poco para matar el sabor a crudo. Puede que con la fritura de la matalahúva sea suficiente para conseguir esto pero yo lo que hago es echar un trocito de piel de limón y cuando empieza a dorarse apago el fuego y echo la matalahúva. Dejo que se dore un poco y retiro la piel de limón. Así te aseguras de que el aceite no sabrá «a crudo».

Lo otro a tener en cuenta es que como el aceite no se endurece al enfriarse hay que alargar un poquito la cocción para que la textura de los roscos quede perfecta por dentro. Si los cocinas igual que cuando llevan manteca de cerdo quedarán un pelín húmedos por dentro, casi nada, pero a mi me gusta que queden bien secos. Por eso es mejor dorar un poco más en el horno 😉

¿Cuál es el mejor vino para los Roscos de Vino?

Cuando aprendí a hacer los roscos usaba Pedro Ximénez y ¿Qué puedo deciros? quedan simplemente espectaculares!! El sabor de un buen Pedro Ximénez es inigualable lo que pasa es que no es el vino más usado en lo roscos de vino tradicionales y aunque quedan super buenos no son tan parecidos a lo típicos roscos navideños (aunque hoy en día se venden muchos Roscos Pedro Ximénez).

La otra opción es un usar un buen vino dulce malagueño para preparar unos Roscos de Vino Málaga.

Y por último usar un vino moscatel que te guste. A mi me gusta mucho el Moscatel Gloria de Chiclana (lo uso también en mis Torrijas) y creo que el sabor que se consigue recuerda muchísimo al sabor de los roscos tradicionales. Y se me ocurre ahora que con un moscatel pasa (oscuro y con sabor intenso a pasas) tienen que quedar unos roscos espectaculares.

Como ves los vinos andaluces suelen ser los protagonistas a la hora de preparar roscos.

¿Puedo añadir otros sabores a estos Roscos de Vino Caseros?

A mi me encantan como quedan tal cual pero también le puedes dar un toque distinto si le añades por ejemplo un cucharadita de cacao en polvo. También puedes probar con ralladura de naranja o limón.

Otra opción es pasar del vino y usar algún licor que te guste: licor de naranja, de almendra amarga (amaretto), de avellanas,….

También puedes usar un poco de anís seco para darle un sabor a anís más intenso, aunque creo que el sabor que aporta el anís verde es más que suficiente.

Por cierto, puedes cambiar la harina de almendras por harina de avellanas, muy típico en Málaga (Andalucía). Y también puedes echar, aparte de la harina, unas cucharadas de almendras o avellanas picadas. Esto último lo he probado varias veces y los roscos quedan super ricos.

Y eso es todo de momento, solo decirte que si no sabes con qué acompañar estos roscos pruebe con una taza de Vino Caliente bien humeante y verás que forma de entrar en calor cuando aprieta el fío!! Un saludo cocina!!

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Ingredientes: Etiquetas: anís verde, azucar, azucar glas, canela molida, clavo de olor, harina de almendra, harina de trigo, manteca de cerdo, sésamo, vino dulce

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