mejor para la salud y el medioambiente • En Estado Crudo

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Andar es uno de los ejercicios físicos más fáciles, y accesibles para casi todo tipo de personas, que podemos practicar de manera habitual para mantenernos sanos y en forma. Sea cual sea nuestra edad y condición física, caminar todos los días, durante al menos unos 30 minutos y a un buen ritmo (unos 100 pasos por minuto), puede ser ejercicio suficiente para empezar a notar una cierta mejoría. 

Una actividad que nos permitirá mejorar nuestra resistencia al esfuerzo, activará nuestro corazón y nuestros pulmones, fortalecerá nuestros huesos y nuestro sistema locomotor y contribuirá a que nos sintamos mejor. 

Y que además de cuidarnos, puede ser una práctica deportiva de la que también se beneficie el resto del planeta. Y es que si incluimos las caminatas en nuestro estilo de vida como método de desplazamiento habitual, conseguiremos limitar nuestro uso de otras formas de transporte más contaminantes, como el uso del automóvil u otras opciones de transporte público. Y con ello, lograremos reducir también nuestras emisiones de CO2 a la atmósfera, responsables en parte de tantos problemas medioambientales en el planeta. 

Por ello, hoy vamos a hablar de los grandes beneficios que caminar a diario puede traer a nuestra salud y a la salud del medioambiente. Un pequeño cambio de hábitos cuyo impacto positivo puede llegar a ser realmente importante en nuestras vidas. 

Principales beneficios de caminar cada día

Mejora nuestra salud y también la del medioambiente 

Caminar de forma habitual no solo nos permite mantenernos en forma y obtener infinidad de beneficios para nuestra salud como los que veremos a continuación en esta lista. Además, nos permite cuidarnos de forma fácil mientras ayudamos a cuidar el medioambiente y el resto del planeta. Sobre todo si adoptamos la práctica de este ejercicio como nuestro método de locomoción habitual para realizar trayectos de corta o media distancia. Así, evitaremos la necesidad de utilizar formas de desplazamiento como el coche, el taxi u otros medios de transporte públicos, que siempre van a resultar mucho más contaminantes. Paso a paso, no solo conseguiremos sentirnos mejor físicamente, sino que además estaremos reduciendo las emisiones de CO2 derivadas de nuestra actividad diaria y mantendremos bajo el impacto ambiental implícito en nuestro estilo de vida

Fortalece el corazón, mejora la circulación de la sangre y combate la hipertensión

Caminar a diario nos ayuda a combatir problemas de salud relacionados con la regulación de la presión de la sangre en las arterias, como la hipertensión. También mejora el funcionamiento del sistema circulatorio en general, sobre todo del tren inferior y de las extremidades, estimulando el buen riego sanguíneo por las redes de vasos capilares de todo el cuerpo. Además, la práctica de ejercicio moderado nos permite fortalecer el corazón y los vasos sanguíneos, reduciendo considerablemente las posibilidades de sufrir enfermedades cardíacas o accidentes vasculares. 

Es un ejercicio adecuado para reducir los efectos de la diabetes

Mantenernos activos, realizando ejercicio de forma regular, es una de las mejores formas en las que podemos prevenir la aparición de enfermedades como la diabetes de tipo 2. Lo hacemos al poner en funcionamiento los mecanismos metabólicos que intervienen en el procesamiento de los glúcidos, lo que nos permite mantener bajos los índices de azúcar en sangre. Y caminar todos los días, al menos media hora, es una forma tan buena como cualquier otra de hacerlo. 

Caminar favorece la síntesis de vitamina D, fortaleciendo los huesos y otros tejidos del organismo

Andar de forma regular está relacionado con un incremento de los niveles de vitamina D en el organismo, un tipo de vitamina fundamental para el correcto desarrollo de los huesos, de los dientes y del resto de tejidos que componen nuestros órganos. Caminar nos obliga a salir, con lo que tenemos una mayor exposición a los rayos del sol, algo fundamental para la correcta síntesis de la vitamina D. Unos buenos índices de esta vitamina D también pueden ayudarnos a mantenernos lejos de enfermedades como la artritis reumatoide o enfermedades inflamatorias de la piel o de los intestinos. Por otro lado, caminar a diario es también muy útil para asegurar el buen funcionamiento de todo el aparato locomotor, permitiéndonos mantener el tono muscular y reforzando articulaciones clave para una buena movilidad como las caderas o las rodillas. 

Nos ayuda a mantener a raya el colesterol

La práctica de ejercicio físico moderado de manera habitual, como el que puede suponer el realizar una caminata diaria enérgica de al menos 30 minutos, se traduce en una reducción de los niveles de colesterol LDL (el colesterol “malo”) en sangre. Además, también nos permite incrementar los niveles del colesterol HDL (el “bueno”), que a su vez, nos sirven para contrarrestar los efectos del colesterol LDL y a mantener controlados los niveles globales de colesterol en sangre. 

Aumenta nuestro bienestar

La actividad física que puede representar un buen paseo diario es una forma muy interesante de introducir los beneficios del deporte a nivel anímico y emocional en nuestra vida. Estos tienen que ver con la segregación de ciertas hormonas como las endorfinas, la serotonina o la dopamina, que nos ayudan a sentirnos bien, a reducir los niveles de estrés y reducir las posibilidades de sufrir males de tipo psicológico como la depresión o la ansiedad. En esta misma dirección, caminar a diario nos puede servir también de ayuda para dormir bien y mejor, evitando problemas de insomnio. Y para regular de forma natural nuestro apetito y nuestro apetito sexual. 

Caminar es un ejercicio perfecto para controlar el peso corporal

Una de las mejores cosas que tiene caminar es que resulta un ejercicio accesible para casi todos las personas. Correr o montar en bicicleta son ejercicios aeróbicos que también pueden ayudarnos a cuidar la línea, sin embargo resultan mucho más dañinos para las articulaciones y hay que partir de cierta condición física para poder realizarlos de manera regular. Sin embargo, para caminar todos los días solo necesitamos disponer de un calzado cómodo y de entre 30 minutos y una hora diaria. Con una caminata de unos 30 minutos a buen ritmo podemos quemar aproximadamente unas 250 kcal. Pero además, si aumentamos el tiempo del ejercicio, a partir de los 20 – 25 minutos comenzaremos a quemar tejido adiposo o grasas acumuladas y activaremos nuestro metabolismo, que seguirá consumiendo energía a mayor ritmo incluso después de finalizado el ejercicio. Una forma fácil y al alcance de casi todos para evitar el sedentarismo y los problemas de obesidad que a menudo se derivan de este estilo de vida. También nos permitirá reducir la grasa acumulada en ciertas partes del cuerpo y la aparición de celulitis.

Andar nos ayuda a prevenir ciertos tipos de cáncer

Diversos estudios científicos avalan que la práctica habitual de ejercicio puede influir muy positivamente para prevenir ciertos tipos de cáncer, como el cáncer de colon, el de mama, el de próstata. el cáncer de pulmón o el cáncer de útero. Así, las principales asociaciones médicas y la Organización Mundial de la Salud avalan la práctica de ejercicio moderado como un factor de prevención adecuado en la lucha contra el cáncer. 

Caminar cada día previene contra las enfermedades neurodegenerativas

El ejercicio que nos reporta la actividad física de andar a diario favorece la buena circulación de la sangre y, con ello, se logra el buen riego y la correcta oxigenación de todos los tejidos del cuerpo. También de las redes neuronales. Así, caminar puede resultar clave para mejorar la neuroplasticidad del cerebro y para estimular la creación de nuevas conexiones nerviosas. Algo que puede suponer un nivel extra de protección contra la aparición de enfermedades de tipo neurodegenerativo como la demencia o el mal de Alzheimer. Y que en el día a día puede servirnos también para mejorar nuestra memoria.